Si al llegar el cambio de una estación has ido a sacar cajas guardadas debajo de la cama, te habrás encontrado con la incomodidad de arrastrarte por el suelo, quitar el polvo y que tus pertenencias hayan estado expuesta a insectos durante unos meses. ¿Hay alguna buena idea para evitar estos problemas y conseguir más espacio en habitaciones pequeñas?
Para evitar incomodidades y ganar mucho espacio para ropa u otros objetos en una habitación pequeña, las camas con almacenaje son la opción más práctica e higiénica. Además de camas de matrimonio tipo canapé, también existen ya camas individuales con almacenaje de diversos tipos tanto para adultos como para dormitorios juveniles. Por eso, en este artículo vamos a darte inspiración para encontrar camas con almacenaje debajo de varios tipos: hidráulico, con cajones, camas a media altura y altas. Sigue leyendo y sin duda encontrarás buenas ideas para guardar más en menos espacio.
Un dormitorio pequeño puede acoger todas nuestras pertenencias gracias a una cama con almacenaje por varias razones:
Respecto a los tipos de camas con almacenamiento más comunes, a continuación veremos: camas hidráulicas, con cajones de diversos tipos, con estanterías abajo o en el cabecero, a media altura para habitaciones juveniles y camas en semipisos altos.
El canapé o cama de apertura hidráulica se apoya en el suelo, en vez de en patas, y contiene un espacio de almacenaje con una tapa que se puede levantar casi completamente. Es una buena solución para guardar ropa de otras temporadas u objetos que solo se necesitan ocasionalmente.
En el caso de las camas hidráulicas de matrimonio, a veces nos encontramos modelos más cómodos que tienen dos tapas en vez de una. Esto facilita su apertura, ya que el conjunto de la tapa y el colchón pesa menos que en el caso de tener una sola tapa.
Una cama hidráulica es una solución de almacenaje fantástica para habitaciones pequeñas, pero debes comprobar antes de comprarla que tienes suficiente espacio para abrir la tapa hidráulica. Asegúrate de que no dañarás luces o estanterías colgadas en la pared, y que no habrá obstrucciones con otros muebles.
Para guardar ropa que nos ponemos más a menudo o materiales que queremos usar con cierta regularidad, las camas con cajones son el tipo más común de cama de almacenamiento. Los cajones pueden ser más o menos altos, así como de diversas profundidades, pero debes comprobar que llevan rieles o ruedas de fácil apertura.
Una cama con cajones funciona a las mil maravillas en una habitación pequeña para ahorrar una cómoda o estantería. Sin embargo, tienes contar con espacio alrededor de la cama para poder abrir todos los cajones. Un consejo extra es combinar tu cama con varios espejos, pues aumentan la sensación de luminosidad en dormitorios pequeños.
Si cuentas con muy poco espacio para armarios o estanterías, tu cama con almacenaje puede contar con cajones inferiores y, además, con una cabecera extra ancha con estantería incluida. De este modo, el cabecero también será tu mesita de noche.
Las camas con almacenaje son tan elegantes como una cama de patas estándar. Y si quieres inspiración, ¿por qué no mirar a Japón? Una cama con aspecto de tatami y suelo elevado bajo el que se ocultan los cajones es una propuesta muy efectiva.
En caso de que desees guardar objetos poco delicados a los que no les afecte algo de polvo, una cama con cajoneras abiertas es una solución para tener muy rápido acceso a libros, juguetes u otras decoraciones.
En caso de querer guardar objetos muy grandes como maletas o equipo de deportes, una cama canapé es perfecta. Pero objetos más pequeños pueden distribuirse en cajones. Asegúrate de que los cajones sean lo suficientemente profundos para tus necesidades y colocar aquello que necesites en el hueco más accesible.
Si tu cama va a guardar objetos pesados y servirte de lecho todas las noches, es crucial que compruebes su estructura. Asegúrate de contar con maderas resistentes y que la estructura completa descanse en el suelo, en vez de solo unas patas.
Un clásico en las habitaciones juveniles son las camas de media altura que, debajo, ocultan cajones extra grandes. Dormir en una zona alta es divertido para los niños y jóvenes, al tiempo que ganamos un espacio para guardar sus libros o juguetes con fácil acceso.
Además de cajones, también las camas nicho (que se abren para descubrir otra cama a ras de suelo), permiten ahorrar mucho espacio en dormitorios infantiles. Recuerda que un ebanista o carpintero puede ayudarte a crear una cama a medida que se adapte a lo que necesitas.
En caso de que tu casa o dormitorio infantil/juvenil sea muy pequeño, valora comprar o encargar a medida una cama especialmente alta. Bajo ella, podrás tener cajoneras, una cama extra o, como en este caso, todo a la vez. Observa que si los cajones están a ras de suelo en vez de colgados en rieles, podrás guardar objetos pesados con tranquilidad.
Para aprovechar todo el espacio entre cama y techo, una cama juvenil de madera maciza puede convertirse en un pequeño castillo elevado hasta 80 cm sobre el suelo. Además de una divertida escalera, es importante que valores colocar una barandilla de seguridad para tus pequeños.
Si vives en un pequeño ático o piso antiguo muy estrecho pero con techos altos, construir un semipiso a media altura donde situar tu cama puede ser la solución que necesitas para ahorrar espacio y conseguir almacenaje. Valora, sobre todo, que tengas hueco para acceder cómodamente a través de una escalera.
Colocar una cama en un semipiso también puede ser una opción aventurar para un dormitorio juvenil especial. La clave es que la cama no esté situada demasiado alta y que cuente con barreras protectoras para la noche.
¿Sigues sin decidirte? No dudes en consultar este completo artículo con 10 ideas para conseguir la cama ideal para tu dormitorio si necesitas más ayuda.